"Me haría vegetariano si no fuera porque soy algo parecido a una rata imbécil sin corazón y circunvalante." (Vicente Urquía)

La tierra está plagada de zombies

Para el que quiera currárselo el sábado, a las 17:00 en el CSO Absenta se hará un taller zombie.


Ya está todo preparado. Dejamos el material que se repartirá en el pasacalles y algún cartel. ¡Difunde la iniciativa, invita a todo el mundo, que corra la voz! 


Hace ya ocho meses que chavales de diferentes barrios de Logroño entramos en las antiguas y deshabitadas escuelas de Yagüe y las rebautizamos con el nombre de Centro Social Okupado Absenta.

Varias actividades se han venido realizando desde entonces: teatro, conciertos, break dance, comidas populares, pases de cine, diferentes jornadas, etc.

El espacio es inmenso, hay sitio para múltiples proyectos. ¿Qué pretendemos hacer? Construir un espacio autogestionado para la libre expresión política y cultural. Crear un lugar en el que experimentar formas de organización autónomas y horizontales, tejer lazos comunitarios en los que recuperar la comunicación directa y cuestionar el sistema de producción-circulación-consumo de mercancías, aprender a funcionar colectivamente dentro de la singularidad y la diferencia...

A veces las aspiraciones quedan encalladas: las asambleas se eternizan, los conflictos se multiplican, las críticas se disparan, la incomprensión angustia, la policía se presenta...

Otras veces la vida estalla: compartes expreriencias vitales con gente interesante, ves emerger potencias colectivas que suprimen el miedo, la soledad y la impotencia, disfrutas situaciones intensas que desestabilizan el hastío cotidiano y te sumerges en la alegría de la actividad viva y colectiva...

No tenemos dudas: resulta más estimulante implicarse en la edificación de un centro social okupado que relegarse al mero papel de usuario de un centro cívico institucional gestionado por funcionarios a sueldo. Vendrán a desalojarnos, pero... que nos quiten lo bailao.


Se arrastran penitentes entre la vida y la muerte guiados por un insaciable y antropófago instinto productivo. Su voluntad está controlada por la hechicería mercadotécnica y el fetichismo de la mercancía: mecánicamente trabajan, gesticulan, esperan, patalean, consumen. Ingieren grandes cantidades de polvo zombie para sumirse en estados catatónicos: no ven, no saben, no se enteran, sobreviven aletargados, vegetando, sin rabia contrapuesta a su inexorable destino, sin cuestionarse su propia felicidad. Circulan torpemente por los pasadizos del laberinto evitando la eterna discusión entre lo posible y lo imposible, enterrando sueños en un cementerio. Se multiplican a la sombra de los cementerios y las centrales nucleares, de los centros comerciales, de los cuarteles militares que arman las bombas con uranio empobrecido, de los laboratorios y campos que experimentan con biotecnologías. No aman porque no odian, no odian porque no aman, sus vidas extrañadas se escapan entre mediocres teleseries y la actividad laboral muerta, entre construcciones virtuales del mundo y un mercado enajenado del poder de los hombres y las mujeres.

La tierra está plagada de zombies.

¿Qué pueden hacer las comunidades humanas resistentes?

Unirse alrededor de espacios autónomos de la burocracia municipal para hacerse fuertes estableciendo lazos de apoyo mutuo. Participar en actividades y acciones que cortocircuiten la normalidad cotidiana y arrojen la armada crítica contra lo existente. Cuestionar la actitud zombie allí donde se manifieste. No aceptar la subordinación al aparato militar, administrativo y policial de nuestro propio país. No considerar la impotencia definitiva, no dejar de ser fiel a uno mismo.

Arrieros somos y en el camino nos encontraremos.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Señor Mojut, no puedo evitar el comentar en su página, después de leer esta última entrada, no dejo de sorprenderme ante vuestros patéticos esfuerzos, de mentalizar a los jóvenes, sobre que ideología es, (en vuestra opinión, la correcta), ya tenemos desafortunadamente, el país lleno de vagos y maleantes, y no, no necesitamos que instaleís en nuestro humilde barrio, ese horrible centro corruptor de voluntades.
Me llena de tristeza, ver como hijos de amigos míos, acuden al centro, a pintar, bailar, cantar... Creyendo firmenmente, que toda esa pantomima, alimentada por los adultos entre comillas, que dirigen el centro, algún día les servirá de algo en su vida.
Señores, ustedes tienen demasiado tiempo libre, y si no les gusta trabajar, al menos dejen que la juventud que tendrá que mantener su economía, lo haga.
Solo me gustaría dejar constancia de que pese a la idea preconcebida, que te has hecho de mí al leerme, no soy ningún facha ( perdonas que desmerecen mi aprobación tanto como ustedes), solo soy un ciudadano, que humildemente opina, que se debería acabar con tanta tontería, y dedicarse a actividades culturales, pero de verdad, no a hacer graffitis, breakdance y conciertos de punk, adiós estimado señor, espero verle en breve, en la calle a donde pertenece, y que su utopía de dominar su espacio gratuito y formador de maleantes, llegue pronto a su fin, que llegará.

CSO Absenta dijo...

Usted no es fascista, es socialdemócrata.

Anónimo dijo...

Señor ciudadano anónimo.
Aplaudo que sea usted un honrado trabajador y un humilde demócrata de supermercado. Deje usted en paz a aquellos jóvenes que intentan pensar su mundo y actuar sobre él, y siga preocupándose por alimentar el nihilista engranaje de producción de mercancías en su puesto de trabajo (si es que el mercado le deja). Me parece perfecto que usted y sus hijos vendan su obediencia por dinero, pero deje sitio a la dignidad. Apalanque su culo en el sofá y tráguese la morralla televisada, o léase toda la obra del imbécil de Pio Moa, pero deje que los chavales construyan, no les condene sólo a ser pasivos trabajadores y pasivos consumidores. Respete usted el break dance, el graffiti y el punk, que tan sublime belleza estética irradian en tantos rincones del planeta, y si prefiere la zarzuela vaya usted al ciclo programada en el teatro bretón, y si prefiere a Velázquez, vaya al museo del Prado, y si le gustan los bailes reginales espere a la temporada de fiestas de los pueblos... Descargue su ira contra los vagos y maleantes que almorranan su culo en oficinas financieras, coches patrulla, edificios institucionales o contra otros espacios lamentables, pero deje que los chavales sigan formando maleantes, como usted gusta en llamarlos.
Las opiniones son como el ojo del culo, cada uno tiene la suya propia.

Anónimo dijo...

Se que es muy fácil, acusar a todo aquel que no está de acuerdo con su movimiento de ser una marioneta del estado, carente de voluntad cuya única preocupación consiste en pagar religiosamente sus impuestos, y que sus hijos acudan al mejor colegio privado, para poder trabajar en la mejor oficina y así sucesivamente. Veo que gusta de hablar sin conocimiento de causa, tal vez no lea a Pío Moa sino a Bakunin, pero su difusión mal que le pese, la facilita el sistema contra el que usted lucha, y trabajadores honrados como yo, según usted permiten su lectura a todos vosotros. Respecto a mis otros gustos impuestos, puede que su ojo del culo, prefiera el graffiti a uno de los grandes maestros de la pintura, pero sepa señor que uno no va asaltando centros abandonados, y decorando sus muros exteriores con la fragua de vulcano, no me sorprenden ni sus prejuicios contra cualquiera que no sea de su calaña ni su falta de criterio así que por ahora les dejó en paz, y ya nos veremos en su blog, que tan amablemente el sistema les proporciona para expresar sus ideas.

CSO Absenta dijo...

¿Alguien bosteza conmigo? Estamos ante el típico caso de "a trabajar los ponía yo a todos".

Anónimo dijo...

bostezo contigo.
qué cojones hará este hablando de prejuicios, acusaciones, gustos estéticos, conocimientos de causa, trabajo honrado, asalto de centros abandonados, fraguas de vulcano y genios como Velázquez...
Es un caso de servidumbre moderna:
"El Sistema proporciona mercancías milagrosas que yo uso, ¿cómo voy a empuñar las armas de la crítica contra él?".
Bakinin tiene sus momentos y sus verdades refrendadas por La Historia, pero siempre fue más lúcido, cuidadoso y metódico el señor Karl Marx. Comparen los textos sobre La Comuna de París de ambos para cerciorarse.

Anónimo dijo...

no me había parado a pensar lo genial que sería caminar por calles que en vez de saturadas de publicidad estuvieran decoradas con cuadros míticos.

Anónimo dijo...

este tipo parece un trabajador intelectual (de serlo), a saber a quién vende su intelecto!